La Opinión: A tough school year ahead / Un año escolar difícil

Editorial| La Opinión

Sept 10, 2009 -- For most schools in the Los Angeles Unified School District (LAUSD), the academic year opens with an unusual number of challenges facing students, teachers, administrators, and parents. The biggest of them all will be to improve students’ learning in the midst of a fiscal crisis. We would have liked the school year to start with the LAUSD focused on how to improve teaching, but the current emergency forces the district to cut another $140 million on top of the hundreds of millions already eliminated from the school budget —in other words, the equivalent of closing seven schools. Public education, far from being protected, is at the center of the state cuts, and schools with fewer resources are the hardest hit. The number of students per class will increase, some past improvements will disappear, and teaching resources will be more limited. Even so, we believe this is no reason for parents to lower their expectations for their children’s education. Now it is more important than ever to strengthen the commitment among all those who have a role in the education of our youth. This school year also brings the real threat of the A (H1N1) flu, which has proven most dangerous to children and young people. Here, parents have a tremendous responsibility to know and follow the school authorities’ recommendations so the virus does not spread. The 2009-10 school year will not be easy in the LAUSD. Our hope is that teachers, parents, school administrators and staff recognize that teaching children remains their core mission.

2009-09-10 --  El año escolar comenzó para la mayoría de las escuelas del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD) con una inusual cantidad de desafíos para alumnos, maestros, administradores escolares y padres. El reto es que los estudiantes mejoren su aprendizaje en medio de un panorama de crisis fiscal. Nos hubiera gustado que al inicio del ciclo escolar el reto de cómo mejorar la enseñanza de conocimientos fuera la preocupación primordial en el LAUSD. Sin embargo, la urgencia en este momento es recortar $140 millones adicionales a los cientos de millones que ya se eliminaron de su presupuesto, o sea el equivalente a cerrar siete escuelas del distrito. La enseñanza básica, lejos de estar protegida, está en el centro de los recortes estatales y las escuelas de menos recursos son las más afectadas. La cantidad de alumnos por clase será mayor, desaparecen algunas mejoras logradas en el pasado y los elementos de enseñanza serán más escasos. No obstante, creemos este no es un motivo para que los padres reduzcan la expectativa que deben tener sobre el aprendizaje de sus hijos. Hoy más que nunca es importante estrechar la relación entre todas las personas que cumplen un papel en la enseñanza de los jóvenes. Este año escolar también trae la amenaza real de la gripe A (H1N1) que ha mostrado ser más peligrosa para niños y jóvenes. Los padres aquí tienen una gran responsabilidad de conocer y seguir las recomendaciones de las autoridades escolares para no diseminar el virus. El ciclo escolar 2009-10 no será fácil en el LAUSD. La esperanza está depositada en que los maestros, padres, administradores y personal colegial reconozcan que el aprendizaje de los niños es el motivo central de su misión.